Juan Carlos Rodríguez Pomar 

A pesar de que Juan Carlos Rodríguez Pomar (16/11/1980) hacía su mejor esfuerzo en la banda del colegio, no podía tocar la corneta con la fluidez que él deseaba. Su padre, Roberto Rodríguez, sugirió que intentara con otro instrumento como el saxofón. Dijo, además, que le presentaría a su amigo Juan Carlos, un saxofonista de bandas y orquestas populares, quien se convertiría en el primer maestro del novel músico y le enseñaría más de un secreto para mejorar su técnica.

Tras culminar la secundaria y tomarse un tiempo para elegir su carrera, Rodríguez decidió postular al Conservatorio Nacional de Música, pero, en ese entonces no existía la especialidad de saxofón, así que decidió por otro instrumento de viento: la flauta traversa. Su preparación para el ingreso estuvo a cargo de César Peredo.

Juan Carlos dominó con rapidez los fundamentos de la flauta traversa y buscaba cualquier oportunidad para mejorar su técnica o seguir algún curso. La chance se presentó cuando asistió a un festival de música y conoció a un flautista del conservatorio de Brasil a quien le comunicó su deseo de estudiar en el extranjero. El brasileño le consiguió una audición en el hotel donde se alojaban los músicos que asistían al festival. Grande fue su sorpresa cuando después de dos meses le comunicaron que el Conservatorio Dramático y Musical de Tatuí, en Sao Paulo, le otorgaba una beca para estudiar y alojarlo en su residencia estudiantil.

En Tatuí tuvo a maestros como Edson Beltrami, flautista invitado en la orquesta sinfónica del estado de Sao Paulo; Toninho Carrasqueira, magnífico flautista que ejecuta canciones clásicas y populares con una pulida técnica, y el reconocido arreglista Udson Nogueira. Rodríguez estuvo en Brasil durante ocho años en los que estudió, asistió a festivales importantes como los realizados por la Asociación Brasileña de Flautistas y aprendió a ganarse la vida como profesor de música. Fue una experiencia exigente pero provechosa porque lo ayudó a conocer sus fortalezas y lo preparó rigurosamente para ir tras sus objetivos en su tierra natal.

Cuando regresó a Lima en 2010 se reencontró con su círculo de amigos flautistas y retomó sus estudios de flauta con el Maestro César Vivanco en la Universidad Nacional de Música, el ex Conservatorio. Sus inacabables ganas de aprender lo llevaron a obtener un diploma en la especialidad de flauta del London College of Music y en 2018 realizó una pasantía en Canadá para perfeccionarse como profesor del método Suzuki. También ha seguido estudios de coach ontológico en la escuela Newfield y, usando las herramientas del coaching, quiere empoderar a los músicos para que exploren y desarrollen sus posibilidades como profesionales. Rodríguez ha sido profesor en el Centro Cultural San Marcos, en colegios como el Melitón Carvajal, en iniciativas estatales como Orquestando (minedu.gob.pe/orquestando) y es un habitual artista invitado al Festival Internacional de Flautistas de Lima. Actualmente es director de la banda universitaria de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.